Ante el creciente número de problemas psicológicos y necesidades actuales del paciente, surge la necesidad de nuevos tratamientos que sean lo más breves posibles y, por lo tanto, también más económicos y eficaces.
En la terapia breve se trata de hacer el menor número de sesiones posibles. Normalmente se considera que entre siete y diez son suficientes para resolver un problema.
Hay que tener en cuenta que no existen curas milagro, y una problemática emocional no desaparece si no es abordada de manera profunda, pero de forma eficaz, para ello la destreza del psicólogo y la seriedad del trabajo es fundamental.
Hay que preguntarse en la manera en que funciona nuestro problema actual y trabajar en las distintas formas para desactivarlo y restarle fuerza. El paciente a lo largo del tiempo ha intentado soluciones disfuncionales, ya que no es capaz de observar objetivamente su situación, al trabajar en nuevas soluciones basadas en una lógica distinta, se logra desbloquear y avanzar con rapidez.
Si uno hace siempre lo mismo, obtendrá los mismos resultados.
Psicóloga Myriam Yali Romero Nieva