Por naturaleza el ser humano es conflictivo, el problema estriba en que todo conflicto puede adoptar un curso constructivo o destructivo, aqui la cuestión no es tanto eliminar el problema en sí, sino saber asumir y enfrentar dichas situaciones, con los recursos suficientes, para que los implicados salgan enriquecidos de las mismas. Si esto se te hace familiar y no encuentras una adecuada solución a tus conflictos por pequeños que los sientas, no pierdas la oportunidas de acercarte a algún psicólogo.